Las gotas de la helada que había bañado la noche del invierno alemán, rodaban por el cristal de la habitación de Ariadna. A lo lejos, el sonido estridente de un teléfono móvil sonaba. Con una voz más profunda e interior, las frases escritas en jeroglíficos no paraban de repetirse en la cabeza de la joven española. El sonido del teléfono se fundía en el silencio y al rato volvía, insistente. Era Ben.
- ¿Quieres buenas o malas noticias?
Ariadna no era de esas chicas que se levantan de buen humor y menos cuando las despiertan. Sin embargo, se pensó dos veces antes de contestar cómo debía hacerlo; sabía que Ben no la llamaría por una tontería y a una hora tan temprana.
- Te dejo elegir.
- Bien, pues comencemos por la mejor. Ya se hacer chocolate al estilo español. ¿Vamos con una noticia un poco más amarga?
- No me puedo creer que me hayas llamado para decirme esa tontería.
- A llegado el director del Museo anoche y.....créeme, lo que te voy a decir no es divertido.
- Suéltalo ya.
- Creo que debes regresar a Londres. El director ha prohibido la entrada a la sala de la momia a toda persona. Sólo él y un tal Fathi entran cada día. Lo que sí sé es que han quitado las vendas. Han desnudado a tu momia.
- ¿Qué han hecho qué? Ben, esa broma no tiene gracia, en serio te digo que...
- No es una broma. Tienes que venir. Además, Christine me ha dicho que la sustancia que le dimos a analizar era exactamente lo que yo dije. Un producto creado con semillas y procedente de Grecia, pero no es el utilizado para evitar el embarazo, es el que evita el aborto. La época es lo que no coincide con la que data la momia. Según Christine la sustancia fue incluida en el cuerpo muchos siglos después. Data del siglo I a.C
- ¿Del siglo I a.C? Un momento, ¿data de la época ptolemaica?
- Esa sustancia procede de Grecia, ¿recuerdas?
No se podía creer lo de Fathi y el director del Museo. Al final, no era alemán como había dicho Raúl, el que estaba con Fathi en Egipto, era inglés. Sin pensárselo dos veces, Ariadna telefoneó a Raúl, aunque lo que escuchó no le alegró. El también egiptólogo ya sabía de quién se trataba aquel europeo que negociaba con Fathi. El director del Museo Británico tenía algo entre manos con el responsable de antigüedades egipcias y, al parecer, era algo relacionado con la momia. Raúl estaba escondido en casa de uno de los familiares de Sir Wilord, el cónsul inglés en Egipto, porque había descubierto en un recipiente encontrado en Tell el-Amarna un cartucho de 'Reflejo de la Bella' y a su lado un dibujo donde se veía al faraón y a la reina sentados en el trono. Aquella no era Nefertiti, ni el faraón se parecía a las demás representaciones de Akhenatón, más bien parecían un niño y una niña sentados en el trono.
- ¿Un niño? ¿Un niño en Amarna? Raúl, es Tut, era niño cuando subió al trono.
- ¿Y ella?
- ¿Ella? Reflejo de la Bella, tu mismo lo estás diciendo. No me puedo creer...
- Ariadna. Tengo que dejar de ayudarte. Es todo lo que pude hacer. Fathi me ha traicionado. Él y el director del museo están en contra de que se conozca la verdadera identidad de la momia. Temen que sea Reflejo de la Bella.
- ¿Cómo? ¿Por qué?
- De tratarse de una de las esposas de Tut, de estar embarazada.....podría haber sido la heredera al trono de Egipto, y no Smenjara, como sucedió. Ella como regente o su hijo. Puede ser que Nefertiti la hubiese eliminado para quedarse ella en el trono de Egipto.
- Eso es imposible. El papiro dice que no será como su madre, rey del Alto y Bajo Egipto. Nefertiti se erigió como rey. A la muerte de Reflejo de la Bella, Nefertiti ya había ocupado el trono.
- Regresa junto a la momia. Fathi y el director del museo están en camino.
- No. Ya han llegado.
Los nervios recorrían el cuerpo de Ariadna en todas direcciones, como impulsados por el compás de una darbuka golpeada con fuerza cuyo ritmo era imposible de seguir. Ni siquiera el shimmi lograba tranquilizar a la joven mientras hacía su maleta y sacaba un billete de vuelta a Londres. El tiempo justo para llegar al museo de Berlín a la hora de su apertura. Tenía que llevarse el papiro, tenía que leerlo delante de la momia y asegurarse que se trataba de la misma mujer: 'Reflejo de la Bella' y el cuerpo momificado. Carmen, a la que le faltaban unos meses para irse de viaje y no volver al trabajo tal y como le había prometido a sus sobrinos, la única familia que le quedaba, no necesitó muchas explicaciones para entender qué pasaba. Por eso, extrajo el papiro de su archivador, lo guardó con cuidado en un frasco, enroscado para que no se estropeara, y se lo entregó a la joven, con la condición que se pusiera en contacto con ella cuando descubriera todo lo relacionado con 'Reflejo de la Bella'. Cuando Ariadna se disponía a salir, Carmen la cogió del brazo,
- El vientre. En el vientre de 'Reflejo de la Bella' está la explicación. Lo dice el papiro, casi al final.
Ariadna sacó la traducción que había hecho días atrás del papiro y leyó en voz alta:
'Los dioses alimentan tu vientre. Él te ha sentado en el trono, él te guiará en el juicio final.'
- No lo entiendo.
- Fíjate en el papiro. Tras esa frase está la palabra 'mdu nrt'
- Palabra - dijeron ambas a la vez
- Examina el vientre de tu momia.
Todo coincidía. La importancia del vientre en el papiro, la alusión a que 'Reflejo de la Bella' estuviese embarazada, la época en la que datan la momia y el papiro. Los nervios cada vez eran mayores, pero, ¿por qué Fathi y el director del museo querían evitar que se descubriese la identidad de Reflejo de la Bella? ¿Quién y por qué colocó en la mano de la momia una sustancia griega siglos después de la muerte de la mujer?¿Quién era Reflejo de la Bella y por qué la habían borrado de la historia?¿Estarían los razonamientos de Raúl en lo correcto?
1 Comment:
Eso me gustaría saber a mi..¿Porqué el director no quiere que se sepa la verdad..? Estos ortodoxos siempre ocultándonos cosas..grrrrrr.
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